FÁBRICA DE SENTIMIENTOS

Estos días están siendo raros. Lo que había ocurrido con An, la conversación de hace unos días con mi amiga Karla. Todo está hace que cambie mi actitud ante el mundo. Llevo días queriendo escribir pero no he tenido ni tiempo. Tengo necesidad de sacar de mí todo lo que me aprieta. Esas letras que debían estar fuera de mí y no dentro. Pero el sueño me vence antes de coger boli y papel, esto significa que no he tengo la oportunidad de gestionar lo ocurrido para asimilarlo. 

An y yo, terminamos hablando después de ese viernes de todo. ¿Cómo no?, ambos pusimos lo mejor de nosotros mismos, sin mentiras, sin medias verdades. Era lo An definía "la relación sana". Y probablemente fuera cierto. Dos personas sinceras, sin ánimo de juicio y evitando daño al otro, era una buena definición.

Tocamos todo aquello que había que solucionar. El motivo, ¿Por qué no intentarlo? No estaba preparado y estar en etapas distintas de la vida era la gran brecha que separa el nosotros. Ambos lo sabíamos. Él ya tiene dos hijas preciosas.Yo quiero ser madre.¿Podría dejar de vivir mi vida familiar para vivir la suya? No lo sé y no quiero ni plantearmelo para no tomarlo como una posibilidad. Le tomo en consideración que le pongo por encima de lo que a mí me pueda apetecer, sin llegar al punto de ponerle por encima de mí.Eso no lo volvería a hacer con nadie. 

No soy de las que deja las ganas sin gastar, las suelo dejar mientras camino. Pero no puedo obligar a nadie a que me ofrezca el camino para usarlas. An me veía como Purpurina, la perfecta, amiga, claro. Estaba claro que si no era capaz de apreciarme como mujer, con todo lo que eso conlleva, entonces, no es el adecuado para poder disfrutar de mí en mi totalidad. Aguantar un tratamiento de Purpurina entre 3 y 4 veces a la semana en dosis muy altas, sólo  era aguantable para Hulk el de los Vengadores.

¿Todo fue lamentablemente?. Es curioso cómo una palabra puede decir tanto de uno mismo. Los términos que nos salen por la boca dicen más de cómo estamos o somos que lo que las palabra propiamente significa. En mi caso , una parte de mí lamentaba de forma negativa, ya que había usado un adverbio negativo grado máximo. Lamentaba que él no viera dentro de mí la posibilidad que yo sí veía dentro de él.Mi cerebro decía. ¿Qué le vamos a hacer? ¿Compramos vino al estilo Bukowski? ¿Desesperado , vulgar y sin remedio? 

No haber vivido aquello con An, hasta incluso me causaba cierta crítica interna. Si lo quería, debía haberlo intentado, al menos una vez más. Nunca sabes lo que puede pasar y cómo mínimo siempre hay que intentarlo por cada uno, por si acaso. Lo que mas me cuesta es equivocarme y aceptar que podía haberlo hecho mejor y no hice. Ahora todo estaba claro, mantendríamos lo que nos unía. Significara lo que significase. Hubo la oportunidad de ser "perfectos juntos"( romanticamente hablando). Porque perfectos juntos, personalmente hablando, siempre lo habíamos sido. El nivel en el que estamos o estabamos era más que perfecto. La conclusión fue clara, sólo amigos, vernos en lugares públicos y no estar muy juntos. Aceptado y firmado

En esos días he visto a Karla una amiga de mucho tiempo. Me encanta cómo trata con el sexo opuesto. Ojalá pudiera gestionar las cosas un poco más como ella y menos como yo. Ella genera interés y expectativa. Hace que ocurra. Yo no me veía con la capacidad. Entendí que tengo que reaprender a querer, poniendo por encima de todo, mi satisfacción personal y dejar de autopermitirme exceder mi límites personales por nada ni nadie. Eso de querer sin límites, sólo se hacía en los amores de película y porque sólo duraban dos horas. 


Hasta este momento, en las relaciones que había tenido, donde lo había dado todo, terminaron por perder el interés por mí. Y es que cuando me enamoro... Pierdo el norte. Eso ya no lo podía permitir. Ni la brújula, ni el GPS: Gestion Personal de Sentimemtos, funcionaban. Suena ambicioso,lo sé, pero ya no me conformo con controlar mis sentiemientos, ahora quiero crearlos a mi necesidad. Y no es fácil, pero si empiezo a ver la posibilidad. Lo primero que tenía que hacer era, fijar un patrón de lo que quiero, gestionas las condiciones para que se dé y si no sucede, hacer lo mismo que ocurre con los turnos de la carnicería. ¡El 21! ¿Qué quiere?. 

El rechazo de An ha generando en mí alter ego, muy potente, que luego Karla me ha "enseñado" a liderar. Mi ego es como un caballo de pura sagre andaluz, hasta ahora sin usar. Pero ahora con las pautas, mi fuerza y mi constancia, podía domarlo. Respiraba muy fuerte, lo sentía poderoso y elegante, alto y claro. Sólo tenía que activar mi lado egoísta. Ese lado que dejé de usar cuando me enamoré de Ardo. Esa parte de mí, que sólo miraba su parte y su beneficio, que miraba que el momento fuera satisfactorio y que mañana no existía, encuanto a sentimientos se refería. Esa parte que exige que la traten de forma preferente y especial, y que de no ser así, daría media vuelta y cambia el rumbo.

Sí, era como un Rembrandt, admirada por los entendidos, deseada por la mayoría y accesible a unos pocos. 

Puede que sólo tuviera que aplicar inteligencia intuitiva. Qué gran libro "Blink: The Power of Thinking Without Thinking" Malcolm Gladwell. Decisiones rápidas y sin vuelta atrás, ahí estaba la clave. Y ahora, tenía toda la fuerza para hacerlo y perfeccionar el sistema. 

Me sento invencible, por encima de todo, como si nada pudiese tocarme. Es como conceder a tener 20 años. Sólo yo me importaba. Pero como todo en esta vida, tiene su lado malo. Si dejo que este sentimiento se apodere de mí de forma completa, no podré ver a mi familia como ahora, la trataría por debajo de mí y eso no lo quería. 

Nunca he sido de bailarle el agua a los demás. Era imposible si no estaba de acuerdo ni a la gente dañada, con ellos especialmente era fría y dura. No se hace un favor a nadie compadeciendo algo que no se puede cambiar . Todos en algún momento hemos estado jodidos, pero recuperarnos es obligación personal para continuar viviendo. 
Con mi familia también soy bastante dura. En general pecan de ser demasiado empáticos y terminan absorbiendo malestar y tristeza de otros. Nunca se puede evitar el sufrimiento pero sí aligerar el dolor. Yo no podía evitar que a mi madre le doliese el estómago, ni podía curarla, pero si podía hacer todo lo posible por cuidarla para evitar que empeorará o intentar que mejorara. El dolor de otros es de otros. Mi madre lo está aprendiendo ahora a base de cucharadas de Purpurina en 200 ml cada 12 horas.

Ella es muy cabezota y las cosas deben de suceder cuando y como ella quiera... ¿A quién me suena? ¡Control  control y control!  Y sin planificar , que era lo peor. Ya sé de dónde me salía a mí la vena caprichosa. De tal azúcar, tal caramelo. Porque hay que reconocerlo, buena estoy. 

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